Durante varios días, residentes y técnicos estuvieron planificando este día de fiesta y fueron personificando las máscaras que sirvieron para dar color a los disfraces. El ritmo musical lo marcaron dos de nuestros residentes con la guitarra y la amónica, entonando chirigotas que ellos mismo compusieron.
Por la mañana todos los residentes se concentraron en el salón de actos de nuestro centro para ensayar y cantar las diversas chirigotas. La gruesa se dio por la tarde que con disfraces y sus propias máscaras, dando un toque de alegría, humor y ritmo al cantar las chirigotas por cada una de las estancias.
